Peto de Ánimas de Vilariño Frío

En el centro de Vilariño Frío, en el lugar llamado As Laixas y sobre roca natural, se encuentra un peto de ánimas, que presenta un cuerpo liso formado por perpiaños bien encuadrados. En el cuerpo superior, sobre el que emerge un pedestal de lados cóncavos para una cruz, presenta un pequeño nicho que alberga un panel deteriorado de madera con la escena de la Virgen del Carmen sobre las nubes y las ánimas apiñadas en la zona inferior.

Los petos de ánimas son esas pequeñas capillitas que se encuentran por lo general en los caminos y encrucijadas para honrar a las ánimas que esperan su liberación en el purgatorio en cuya hucha o peto depositan los fieles sus limosnas para financiar las misas que ayuden a llevarlos al cielo donde, ya en la gloria, intercederán por sus benefactores.

Estos sencillos monumentos obra de los canteros locales, suelen estar decorados con una representación de las pobres ánimas sumergidas en lenguas de fuego y en actitud suplicante hacia su intercesor, que suele ser un santo, San Antonio por ejemplo, un obispo o la Virgen del Carmen, entre otros.