Castro de San Lourenzo

El Castro d’Alende o San Lourenzo se encuentra en la parroquia de San Pedro de Cereixa, sobre el margen derecho del río Sáa en la pequeña dorsal que sirve de transición entre la penillanura de A Chá de Castro y el valle fluvial.

Es un poblado fortificado levantado tras la conquista romana para albergar a los trabajadores en las explotaciones auríferas de la comarca entre los siglos I-II de nuestra era. Probablemente estuvo relacionado también con la metalurgia del hierro, por lo que se trataría de un poblado especializado dentro de la red de castros que controlaban la minería en las cuencas sedimentarias de los ríos Lor, Sáa y Cabe.

En época medieval la población campesina de Cereixa construyó una ermita en honor a San Lorenzo, que fue rehabilitada en 1876 para caer después en el abandono. A finales de los 60 y comienzos de los 70 la ladera suroeste del castro se vio afectada por una explotación de grava y arena. Actualmente la superficie del castro está ocupada por vegetación autóctona (principalmente robles) y monte bajo.

A este primer recinto se une por la cara E una segunda muralla que acota un espacio de reducidas dimensiones, nada similar a las terrazas que suelen formar parte de los poblados fortificados de la Edad del Hierro. En el extremo S, casi sobre el parapeto se ubica la bocamina conocida como El Agujero de los Mouros. Este es un elemento central para defender la cronología romana del yacimiento.

En las coronas mineras del NW se suelen documentar prolongaciones de fosos y murallas para alojar dentro de los recintos recursos hídricos y mineros importantes. Son los llamados brachia, líneas de defensa que aseguraban la conexión de la estructura fortificada principal con otras secundarias y/o determinados puntos estratégicos.