Iglesia de San Salvador de Asma

Se conserva un precioso documento original de unas  donaciones que “Ermesenda”, descendiente  de los fundadores hace entre los años 1066/1075. Hasta llegar a la fecha de 1835 en que su papel como monasterio desaparecerá, la Desamortización llegará para intentar borrar  su legado. Pero nos quedan unas palabras de recuerdo a través de Airas Moniz de Asma, s.XII trovador:

“E cuido-m´eu avergonhar!

Se vu prouguer´, debedes

Oj´a mía barbar a onrar,

Que sempr¨onrada sol andar.

E vos non mi-a viltedes!”

Personajes de finas barbas como al que se alude en el texto pueblan sus canecillos. Se atribuyen estos al Maestro de Asma que probablemente conoció la obra del Maestro Esteban en la Catedral de Santiago, o según otros, seguía al Maestre de Carboeiro.

Lo cierto es que reconocemos sus  formas, sus caprichos, pero también vemos en Asma pavos reales, ardillas, leones, formas vegetales, ajedrezados adornando las ventanas y el interior.

La iglesia actual es fruto de diversas épocas perteneciendo al románico pleno del s.XII el ábside, y algunos canecillos reutilizados en reformas posteriores. La actual fachada es del s.XIX. Aunque también podemos encontrar reutilizadas piezas prerrománicas en ventanas y en el interior, restos probables de la primera edificación del s.IX.

El interior se articula en una nave de un solo tramo, con ábside octogonal al interior y cubierto con un artesonado del s.XVI fruto de la adhesión a la Congregación de Valladolid, por lo cual se adorna con su Escudo, y la nave cubierta de madera. Llama la atención el suelo de madera que sin duda realizó una función funeraria.

El interior del ábside se articula con tres ventanas profusamente decoradas y una ajedrezada línea de imposta lo recorre.Una de las tres ventanas del ábside no se puede ver desde el interior debido al Retablo de madera policromada también del s.XVI presidido por el Salvador, en donde también podemos apreciar dos delicadas escenas de la Natividad y Adoración de los Magos. Entre imágenes de un Apostolado con San Pedro y San Pablo flanqueando el Sagrario.

Destacan también las imágenes de Santo Estevo y San Blas, así como el retablo de San Benito muy venerado en la parroquia, procediéndose a bendecir el día del Santo el aceite que se distribuye luego entre los fieles. Precisamente su retablo oculta la puerta de acceso al Claustro del viejo monasterio actualmente de propiedad privada y acceso imposible. 

La puerta sur, que da acceso al claustro, probablemente según dicen los que la pudieron ver, posee el mayor tímpano románico de toda Ribeira Sacra, en el que se representan dos figuras animales  luchando en un artístico arabesco. Sobrias arquivoltas de medio punto lo enmarcan, siendo la exterior ajedrezada como podemos ver en ventanas y otras partes del templo.

Un amplio arco triunfal con decoración de ajedrazado adorna el interior y distribuye los diferentes espacios.

El lateral norte posee un retablo del Niño Jesús de Praga.

Conserva también de época medieval la pila bautismal.