Turismo ornitológico en las riberas del Miño

AVES, VIDES, CASTAÑOS Y MADROÑOS

La mitad del río Miño discurre por unos paisajes poco conocidos pero que encierran gran interés paisajístico, natural y etnográfico. Las aguas bajan hoy detenidas por diversos embalses pero las laderas de este gran valle acogen grandes y recónditos bosques que conviven en armonía con viñedos –los grandes protagonistas– y pequeñas aldeas.

¿Qué aves podemos observar?

Los bosques poco accesibles de las laderas del gran valle son lugares ideales para la nidificación de aves rapaces como la aguililla calzada, la culebrera europea y el azor, aunque es el milano negro la más abundante en primavera. Los roquedos acogen buenas poblaciones de aves rupícolas como el halcón peregrino o el avión roquero. El clima cálido de la zona propicia la presencia de especies como el ruiseñor o la golondrina dáurica. Los embalses acogen algunas aves acuáticas como la garza real, el cormorán grande o el somormujo lavanco.

¿Cómo y dónde las podremos observar?

Bajo el paraguas de la marca Galicia Birding, la Axencia de Turismo de Galicia nos propone las mejores rutas para el avistamiento de estas aves. Hasta tres itinerarios para realizar a pie, en bicicleta o en coche, donde poder deleitarse con hermosas especies sobrevolando el Miño.   

Puedes obtener más información aquí.

¡No te lo pierdas!

Puedes aprovechar a completar con visitas a iglesias románicas, bodegas,... Son muchas las oportunidades que esconden las riberas del Miño.