Geoparque Mundial de la UNESCO Montañas do Courel
El Geoparque Montañas do Courel es el escaparate perfecto para observar una parte de la historia geológica del planeta Tierra, concretamente el Paleozoico inferior y medio, y en menor medida también finales del terciario y el cuaternario.
Este territorio, que abarca los límites geográficos de los ayuntamientos de Folgoso do Courel, Quiroga y Ribas de Sil (577,85 km2), en la zona oriental de Ribeira Sacra, figura desde 2019 en la lista de Geoparques Mundiales de la UNESCO*.
El fundamento principal para obtener tal reconocimiento fue la importante relación que existe entre la geología y el ser humano en este territorio; el Geoparque Montañas do Courel atesora un valioso patrimonio geológico que incluye rocas, minerales, fósiles y estructuras geológicas y un paisaje actual dominado por valles fluviales y glaciares, que el ser humano ha sabido aprovechar desde hace más de 4.000 años.
Geológicamente, y como se mencionaba, estamos ante un territorio muy rico. Aunque, una de las joyas geológicas más destacables del Geoparque Montañas do Courel es, sin duda, el plegamiento de Campodola-Leixazós. Declarado como Punto de Interés Geológico de rango internacional desde el año 1983, está considerado hoy en día como uno de los puntos de geología estructural más importantes de España y Europa. Se trata de un espectáculo natural que solamente se puede contemplar en contados lugares del mundo.
El plegamiento de Campodola-Leixazós nos muestra, a simple vista (esto es lo inusual, ya que generalmente estas formaciones están bajo tierra), lo que ocurrió bajo la corteza terrestre en los últimos 500 millones de años. Para observar este y otros espectáculos geológicos, el Geoparque cuenta con una amplia red de “geomiradores”, que podéis encontrar en el mapa más abajo.
Por otra parte, y en cuanto al aprovechamiento humano de los recursos geológicos se refiere, destaca el paso de los romanos por este territorio. Este pueblo se asentó en el territorio del Geoparque para la extracción de oro, llegando a contar con más de cien explotaciones auríferas en este área. A día de hoy, todavía son visibles algunas de sus obras como la mina de O Covallón, las minas de Margaride o el Túnel de Montefurado, entre otros.
Más adelante, la extracción de otros minerales, como el hierro, tomaron fuerza. Se desarrolló durante la Edad Moderna una importante industria siderúrgica en este territorio; llegando a contar con hasta 15 herrerías (8 de ellas en el municipio de Quiroga). A finales del XIX, las herrerías cayeron en declive y se comenzó la extracción de otros minerales como antimonio y el plomo. En el Geoparque Montañas do Courel se encuentra una de las minas de antimonio más importantes de España, la de Vilarbacú.
Ya más cerca de nuestros tiempos, durante el siglo XX, contaron con especial relevancia la explotación de otros minerales como la caliza (de su calcinación se obtiene la cal) y la pizarra.
Todas las peculiaridades del Geoparque Montañas do Courel y sus gentes pueden descubrirse en los museos Geológico y Etnográfico de Quiroga y en el Museo de la Minería Aurífera de Ribas de Sil.
*¿Qué es un Geoparque? El Foro Español de Geoparques lo define como “Un geoparque es un territorio que contiene tanto un patrimonio geológico singular como una estrategia de desarrollo propia. Tiene unos límites claramente definidos y una superficie suficiente para que pueda generar su propio desarrollo económico. No es una figura de protección geológica ni lo pretende –aunque desde los geoparques se pueda contribuir a la protección del patrimonio geológico–; de hecho, los Geoparques se interesan tanto en la calidad de vida de sus habitantes como en su riqueza geológica”.