Iglesia de San Cristovo de Fornas

Fue en este tiempo cuando el Papa Honorio III recibió bajo su protección a el abad del Monasterio de Oseira y a sus posesiones, entre las que aparece a “ecclesiam sancti Christofori de Fornia cum  ómnibus pertenentiis” (Iglesia de San Cristovo de Fornas con todas sus posesiones).

Otro texto, de época más reciente (año 1357), también habla de la feligresía donde se sitúa esta construcción. En este año, un religioso de la abadía de Oseira, en nombre de sus superiores, compra a Margarita Miguélez los bienes de las parroquias de Santo Tomé de Veiga y San Cristovo de Fornas. Siglo y medio más tarde, el abad y obispo de Tarso, don Suero de Hueca, afora a Inés López el lugar Quizudo, sito en este término parroquial.

Estamos ante una iglesia románica de la segunda mitad del siglo XII, hecho a lo que se refiere una inscripción sita en el  tímpano de la puerta principal y que se encuentra muy desgastada a día de hoy. De una sola nave y con ábside rectangular, posee una cubierta de dos aguas realizada en madera.

En su exterior son de admirar diversos canecillos historiados además de una hermosa ventana, sita en la ábside, con clara tendencia románica. Hoy se sabe que el edificio fue bastante modificado aunque no se tiene ningún tipo de dudas al calificar la nave y la ábside como románicas.

Parece ser que en esta última parte de la iglesia se descubrieron restos de pinturas de los siglos XVI o XVII que hacían referencia al tema de la Resurrección. Segundo parece, estas pinturas pudieron ser realizadas por el maestro de Fornas cuya obra se localiza en la zona de Chantada.

Pintor del siglo XVI, su arte puede admirar en esta iglesia de Fornas además de en el templo situado en la chantadina parroquia de Santa Baia de Adá. Este maestro de Fornas muestra predilección por las figuras de tamaño casi natural, representándolas con mucha severidad y en actitudes hieráticas y sedentes. Los colores que prefería utilizar en sus obras eran los grises y rojos en sus diferentes tonalidades.