Árboles singulares
Se conoce como árboles singulares a aquellas especies que son consideradas reliquias botánicas, tanto por el valor simbólico que le dan los propios habitantes del lugar o por su importancia científica, cultural, didáctica, paisajística u ornamental. Se trata en realidad de una figura de protección de la Xunta de Galicia, que tiene como objetivo la conservación tanto de ejemplares concretos como de formaciones arbóreas más amplias, las cuales poseen características extraordinarias o destacables (tamaño, edad, significación histórica o cultural, rareza, belleza, etc.)
Los árboles son algunos de los ser vivos más grandes y más viejos del planeta. Algunos de estos árboles destacan por su rareza, elevada longevidad, historia o por sus dimensiones. Son auténticos monumentos que vivieron guerras, incendios, tallas, juramentos y rendiciones. En la antigüedad eran objeto de respeto y veneración, pues eran casi dioses a los que se encomendaba la suerte de los pueblos. Pues el ser humano siempre tuvo una especial predilección por los árboles, y el concepto de árbol singular, entendido tanto como árbol sagrado o destacado, era ya conocido desde la antigüedad.
Aspectos como la longevidad o el tamaño fueron objeto de estudio para muchos investigadores a lo largo de la historia. A pesar de eso, las primeras iniciativas de protección no nacieron hasta finales del siglo XIX. Los Estados Unidos fueron los primeros en tomar las riendas en esta cuestión, iniciativa que no llegó a España hasta la década de los 70 del pasado siglo. A día de hoy, la mayoría de las Comunidades Autónomas cuenta con su propio Catálogo de Árboles Singulares.
La elaboración de estos catálogos, generalmente, supone la creación de una normativa específica de protección y, en muchos casos, la consecución de medios técnicos, económicos y humanos para asegurar la conservación y protección de los árboles singulares incluidos en el correspondiente catálogo. En el caso de Galicia, La Xunta dio un paso importante en la protección de este patrimonio natural particular con la creación y regulación del Catálogo gallego de árboles singulares, a través del Decreto 67/2007, de 22 de marzo, posteriormente modificado por el Decreto 10/2015, de 22 de enero, por el que se establece el régimen jurídico básico de los árboles y formaciones incluidos en este catálogo, con el fin de protegerlos de posibles riesgos y amenazas, garantizando así su conservación.
En este apartado queremos destacar todos aquellos ejemplares dentro de los límites territoriales de Ribeira Sacra que pertenecen al ya mencionado Catálogo de Árboles Singulares de Galicia.
Guía de buenas prácticas para contemplar un árbol singular:
- No te subas al árbol pues el paso y el peso de miles de personas pueden llegar a deteriorarlo.
- Si ves raíces al aire procura no pisarlas. Es importante no acercarse mucha gente al entorno del árbol, pues el peso puede compactar el suelo y dificultar la aireación de las raíces.
- La corteza protege a la parte viva del árbol, que se encuentra inmediatamente debajo. No la deteriores con inscripciones, señales o marcas.
- No cortes o dañes al árbol. Piensa que durante cientos e incluso miles de años ha permanecido ahí.
- Respeta las señales o indicaciones que haya en la zona. Algunos de estos árboles son monumentos vivos de extrema fragilidad y necesitan el máximo de cuidados.
- Cuida al máximo el entorno. No consientas que nadie ensucie o contamine la zona.
- Recuerda que algunos de estos árboles y arboledas se encuentran en propiedades privadas, que debes respetar en todo momento durante tu visita.