Naturaleza, paisaje y vino
La singularidad de Ribeira Sacra viene dada por sus espacios naturales. Los impresionantes cañones del Sil y del Miño contienen una espectacular riqueza ambiental en la que se desarrolló un valioso patrimonio histórico. El viajero siente una honda comunión con la naturaleza y la fusión con el paisaje. Esto explica la ocupación de este territorio desde hace siglos por monjes y ermitaños, que buscaban un entorno natural único para meditar.