Iglesia de Santo Estevo de Chouzán

Las primeras noticias documentales la relacionan con Oseira debido a una donación de Alfonso VII, aunque probablemente su origen se remonta al s.IX donde aparece “Aouzan” bajo la titulación de Santo Estevo como donación realizada por un caballero “Flaminio” y su mujer “Remisilia” .

Como la mayoría de monasterios de la zona desaparecería como tal bajo la Reforma auspiciada por los Reyes Católicos en 1499 con la anexión a San Paio de Antealtares, pasando sus rentas y bienes a este en 1515, y continuaría ejerciendo como iglesia parroquial dependiente del Obispado de Lugo.

De finales del s.XIII o según algunos autores de principios del s.XIV conserva el ábside, y la puerta norte, así como pinturas murales en la bóveda interior del ábside que también fueron trasladadas en su día. Perdiéndose partes importantes de estas y también del templo. Se sitúan a principios del s.XVI, y con influencia gótico hispano-flamenco.

El epígrafe que se conserva en su puerta norte nos habla de la fundación el uno de abril de 1314 por parte de la abadesa Teresa Arias.

La actual iglesia muestra perfectamente en el uso de diferentes materiales las partes reconstruidas de las reproducidas según el modelo original exactamente. Para ello se procedió a numerar las piezas originales para su recolocación de lo cual aún quedan algunas marcas. Se sabe que su planta inicial era cruciforme, lo cual la presentaba con una tipología atípica en la zona en relación al arte románico.

El ábside se articula con un tramo rectangular cubierto con bóveda de cañón, y cabecera semicircular con bóveda de horno. La cabecera se divide en cinco tramos con columnas adosadas y capiteles decorados con diferentes motivos.

En su interior arco triunfal  de medio punto decorado con columnas y capiteles vegetales.

Las pinturas cronológicamente se sitúan en la primera mitad del S.XVI. Se representa un Juicio Final, donde podemos apreciar en el Infierno actitudes muy graciosas e irreverentes. Al parecer eran de una calidad considerable pero se perdieron en el traslado. La memoria nos habla del juicio Final presidido por un Cristo Juez, con los pies sobre la esfera terrestre. En la que se destacaba Europa, África y Asia. A ambos lados corte Celestial y Mártires.

Debajo Cielo e Infierno, las arquitecturas con San Pedro reciben a los elegidos, mientras que varios demonios atormentan a los condenados. El mensaje dado a los fieles como siempre es claro y conciso.

Sin duda las connotaciones góticas que nos encontramos en Chouzán no nos permiten olvidar que nos encontramos en una zona muy ligada a la tradición "mateana", a través de la diáspora de maestros y talleres derivados del arte de Mateo y la Catedral Compostelana, o bien a través del núcleo Ourensano. Sus formas muestran parecidos considerables con la vecina iglesia de Santo Estevo de Atán que podemos ver en la otra orilla del rio Miño.          

La advocación de San Esteban es muy numerosa en estas tierras. Mártir condenado por proferir blasfemas contra Moisés y contra Dios, el Sanedrín lo condena a lapidación. Por ello se suele representar con un canastillo o montoncito de piedras, y un libro y dalmática de diácono.

La carretera nos lleva al pueblo donde a través de un sendero entre viñedos, y contemplando unas panorámicas del Miño desconocidas llegamos a la iglesia de Chouzán, que se encuentra encajada en la ladera del monte. Destacan las columnas que sostienen la sacristía, emergiendo esta sobre el camino que debemos recorrer para admirar  la totalidad de su ábside.

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