Bodegas de Vilachá

El topónimo Vilachá hace alusión a una antigua aldea elevada sobre un terreo llano. Se trata de la antigua villa plana de San Mamede que se cita en documentos medievales. Vilachá está situada en falda de la sierra de Augalevada. Es la única parroquia del ayuntamiento lindante con el Sil.

Tuvo y tiene gran importancia el cultivo del viñedo y desde el punto de vista etnográfico posee un conjunto relevante relacionado con este cultivo, que son sus bodegas. Son muy antiguas. Tienen los muros de mampostería y están cubiertas a dos aguas con un tejado de losa de pizarra. Hay cuarenta y dos bodegas, pero la mayoría son de particulares.

En las bodegas aún queda una fuente que le llaman de los frades (frailes). No es coincidencia que en Vilachá se celebre el san Mamede como en la sierra de Montederramo. La ribera fue elegida por los monjes para el cultivo de la vid por su microclima. Al parecer, en la bajada al río Sil existió un cenobio que se formó al unirse los ermitaños que poblaban la ribera hasta que se incorporó a Montederramo.

Las bodegas tienen un gran protagonismo el primer fin de semana de mayo, en el que se celebra la cata de vinos de Vilachá. Los viñedos de esta parroquia están acogidos a la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Pertenecen a la subzona de Quiroga-Bibei.

Próximo al conjunto etnográfico, se encuentra el mirador de A Capela al que se puede llegar caminando. Otro lugar de interés es el alcornoque centenario de la aldea de Santiorxo, con un perímetro de más de diez metros.