Pazo da Pena

La planta del pazo responde al esquema rectangular con dos torres en los ángulos, típico de la arquitectura pacega, destacando la adaptación de su construcción al terreno, lo que da lugar a diferentes usos y alturas y la integración de la capilla en su fachada principal. A comienzos del siglo XXI se ha rehabilitado para su uso como estableciemiento de alojamiento.

Si nos situamos frente a esta fachada podemos diferenciar claramente a la izquierda un construcción noble y señorial, en buenos perpiaños de granito con cierta simetría, y a la derecha de esta, la construcción de los caseros, en la cual perpiaños y mampostería se mezclan, dominando esta última cuanto más nos alejamos de la construcción señorial. Destaca sobre el portón principal el escudo de armas con los blasones de los cuatro apellidos de su fundador: Gaioso, Lousada, Quiroga y Domínguez.

En el interior, todo el edificio se articula alrededor de dos patios: el más grande, conocido como “Patio do Señorito”, tiene a su alrededor dos salones y las dependencias señoriales; mientras que el otro, más pequeño, pertenece a la vivienda de los caseros.

La planta baja del edificio ocupa únicamente la zona señorial, y se compone de varios espacios de grandes dimensiones destinados originalmente a servicios, cuadras, caballerías…La planta principal es la de mayor dimensión y acoge las dependencias principales, comunicando la parte señorial y la de los caseros mediante una puerta; mientras que la segunda planta es la de menor extensión.

En el exterior podemos ver el Rebolo da Pena, árbol incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de la Xunta de Galicia, así como disfutar de una finca de 10ha con distintas construcciones y exposiciones etnográficas.